El árbol es mi padre y siempre lo fue
me sostiene me alza me protege
entre sus ramas sólidas de confianza
no hay lugar para mi caída
Recostada en su corteza siento
todos sus brazos todos los recuerdos todos los corazones
Ésta niña mayor y frágil
de eternos años, fugaces como parpadeos
este mecerse en una cuna infinita
que escala desde las raíces hasta el cielo.